Van dos por la calle y se cae el del medio. El pequeño, el más delgado. Su compañero, un tiarrón enorme como una montaña, no se ha dado cuenta y continúa andando calle abajo.
El pequeño, se levanta rápidamente. Tiene las palmas de las manos raspadas por tratar de evitar la caída y la rodilla derecha magullada. Se levanta y va corriendo donde el gigantón.
- Se puede saber porqué me has hecho la zancadilla – le espeta enfadado
- ¿La zancadilla? ¡De que hablas! Iba andando tranquilamente a tu lado… bueno a tus dos lados, enano. Ja, ja, ja…
Al gigantón le ha hecho gracia su propia ocurrencia.
- A tus dos lados… ja ja ja…
El pequeñín le empieza a golpear con los puños en la tripa, y eso aumenta la risa del gigantón. La risa le recorre el cuerpo provocando terremotos gelatinosos que apenas se ven afectados por los golpes del más bajito.
- Ja, ja, JA, JA, JA… me haces cosquillas… JA JA JA…aaaa
De pronto el gigantón se lleva la mano al pecho, el pequeño le mira asustado y no tiene tiempo de apartarse mientras la enorme masa se desploma sobre él.
Iban dos por la calle y esta vez se cayeron los de los lados.¶
El pequeño de en medio de las dos partes del grande tenía un humor afilado y por eso cortó al tipo en dos ¿no? jeje, tu humor oscuro tiene su punto sip…
Un beso compañero!
Merche