- ¿Te gusta cómo te han quedado las uñas? Ya te dije que esto se lleva mucho, queda muy bien.
- La verdad es que sí. Es caro pero merece la pena. ¿Me pones el cargador?
- Sí claro. ¿Del 8, verdad?
- Sí, del 8. ¿La sala?
- Por aquí, sígueme.
Carga la pistola, se apunta a la sien y dispara. Cae sobre el suelo plastificado, preparado para limpiarse fácilmente.
- ¿Verdad que está guapa?
- Preciosa. Nos ha quedado un cadáver precioso.¶